El patrimonio arquitectónico español, constituido por el conjunto de edificaciones representativas de nuestra identidad cultural, junto con las ciudades y núcleos rurales tradicionales que, en su entorno natural o construido, colaboran a la definición de este acervo, necesita ser adecuadamente conservado como legado común.
El Ministerio participa en programas de conservación y enriquecimiento de este patrimonio y financia trabajos de rehabilitación, restauración y recuperación dirigidos a revitalizar los bienes que lo integran, así como su entorno inmediato.