Puente de Rande (Galicia)

El Puente de Rande, que cruza la ría de Vigo, es un viaducto atirantado con un vano principal de 401 m de luz y una longitud total de 704 metros. Conecta los municipios de Redondela y Moaña y forma parte de la Autopista del Atlántico AP-9, una infraestructura clave para unir Galicia de Norte a Sur y para facilitar la movilidad metropolitana. No en vano, por el puente de Rande pasan más de 65.000 vehículos al día y es el tramo más transitado de la AP-9.

Su ampliación, que se logró con una obra de ingeniería extremadamente compleja, fue puesta en servicio el 30 de diciembre de 2017. Se trata de una actuación pionera en el ámbito de la ingeniería civil a nivel mundial, ya que no existen precedentes de una ampliación lateral sobre un puente atirantado de gran luz. Así, se trata del primer puente atirantado del mundo que es ampliado, manteniendo en todo momento el tráfico gracias al singular proceso constructivo y con una nula afección medioambiental en la ría de Vigo.

Según la Asociación Internacional de Puentes e Ingeniería Estructural (IABSE, por sus siglas en inglés), la ampliación convirtió al puente de Rande en la segunda infraestructura más importante del mundo, superando al puente de Mukogawa en Hyogo (Japón). No en vano, la actuación ha sido galardonada como finalista de los premios OSTRA, los Nobel de la ingeniería, a la Mejor Estructura. También ha recibido el premio ITS 2019, por la coordinación técnica de los trabajos, y el premio Acueducto de Segovia 2018 por el protocolo medioambiental para proteger la lámina de agua durante las obras.

La ampliación ha permitido disponer un tercer carril adicional por sentido entre los enlaces de O Morrazo y Teis, de casi 6 kilómetros de longitud. La base de los carriles ampliados es una estructura formada por un cajón y una celosía exterior metálicos y una losa superior de hormigón armado. Esta estructura se ha unido al tablero actual mediante celosías interiores metálicas espaciadas entre sí aproximadamente cada 10 metros en sentido longitudinal. En el cajón metálico se han anclado los extremos de los nuevos tirantes que a su vez han quedado fijados en su otro extremo en las cabezas de las pilas.

Se ha logrado así una transformación y mejora del tramo con mayor intensidad de tráfico: ya con dos carriles más y un aumento de capacidad del puente del 40%, el tráfico se ha incrementado en un 4% hasta los 22 millones de vehículos al año.