Viaducto ferroviario de Teixeiras (alta velocidad a Galicia)

El tramo Pedralba de Pradería-Taboadela, de unos 103 km y en servicio desde diciembre de 2021, supone la entrada de la alta velocidad en Galicia, cruzando transversalmente la provincia de Ourense. Es el tramo más complejo de toda la línea ferroviaria desde el punto de vista orográfico y geotécnico y atraviesa las montañas del macizo central gracias a la construcción de 32 viaductos y 31 túneles, siendo el viaducto doble de Teixeiras el más emblemático de todos.

El puente ferroviario, que salva las afecciones al Lugar de Interés Común del río Támega, está integrado por dos estructuras de vía única que permiten velocidades de más de 300 km/h para los trenes comerciales. El tablero de los viaductos tiene una longitud de 508 metros distribuidos en ocho vanos (56 m +   6×66 m+56 m) y una altura máxima de 100 metros.

El vano central está compuesto por dos semiarcos que comparten cimentación y que se abatieron constituyendo un gran arco ojival de 132 metros de luz, el equivalente a dos vanos. Su singularidad radica en el procedimiento constructivo elegido para salvar el arroyo Teixeiras, afluente del río Támega, con el máximo respeto al entorno. La solución, además de minimizar la afección al entorno, dota a la estructura de gran transparencia y belleza.

En esta línea, los tableros se han ejecutado mediante autocimbra, que consiste en la instalación de una estructura metálica en la parte superior de las pilas y a partir de ahí, ir desplegando el tablero que sostendrá el tráfico. Para ello, el montaje mecánico se desplaza armando las diferentes losas de la vía del puente.

Durante la fase de ejecución, se implementaron medidas correctoras tendentes a preservar los valores ambientales del entorno. Por ejemplo, se ideó un sistema complejo de bombeo de todas las aguas desde los puntos bajos de las cimentaciones hasta las balsas de depuración que están en las bocas de los túneles.

La construcción de una gran estructura, como es el caso del viaducto del Teixeiras, requiere de unas superficies auxiliares de grandes dimensiones para albergar las instalaciones que sirven de apoyo a la construcción. En esta obra se estudió minuciosamente la forma de reducir al mínimo esa superficie de afección, localizándolo en ambas laderas que, además de una elevadísima pendiente, presentan suelos compuestos de materiales altamente disgregables y, por lo tanto, con alto potencial de generar arrastres de tierras que irían a parar al curso fluvial.

Para evitar o paliar los efectos que estos arrastres y escorrentías de tierras que las lluvias pudieran ocasionar sobre la calidad de las aguas del arroyo Teixeiras, se ejecutó un ingenioso sistema antiarrastre, consistente en un entramado de canalizaciones (cunetas hormigonadas, tuberías, areneros, zonas de remanso para la decantación, balsas intermedias…) desplegado a lo largo de los caminos de acceso a las cimentaciones, que confluyen en unas balsas de bombeo situadas muy cerca del curso fluvial. Para reducir los movimientos de tierras y facilitar la integración posterior, se emplearon contenedores metálicos como balsas de bombeo, lo que hace muy fácil su retirada tras la finalización de las obras.

La línea forma parte del tramo Pedralba de la Pradería-Ourense, un tramo único en España por su alta concentración de vía en placa: el 72% de su longitud ha sido construido con esta técnica, que permite adaptarse a los movimientos de las estructuras y facilitar las transiciones de rigidez entre los túneles consecutivos.

Las obras contaron con financiación de los Fondos FEDER. La LAV Madrid-Galicia está cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del P.O. Galicia 2007-2013, P.O. Fondo de Cohesión-FEDER 2007-2013 y del P.O. Plurirregional de España 2014-2020, Objetivo Temático 7: Transporte sostenible.