Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible

Renovación integral del Aeropuerto de Palma de Mallorca

Transporte aéreo y aeropuertos

El Aeropuerto de Palma de Mallorca, con una capacidad para 34 millones de pasajeros, es el tercer aeropuerto de la red de Aena en tráfico de viajeros y una de las mayores infraestructuras de la isla, además de su principal puerta de entrada y salida. Es un referente a nivel internacional por su volumen de actividad que alcanza sus niveles más altos durante los meses de verano.

Desde la inauguración de la terminal en el año 1997, el aeropuerto ha experimentado pequeñas actuaciones para las diferentes necesidades que fueron surgiendo, siempre manteniendo la esencia del ’97. Por eso la temporada de invierno pasada se inició la remodelación más ambiciosa hasta el momento proyectada en el aeropuerto mallorquín, con una inversión de 550 millones de euros. La obra durará tres temporadas y tiene como objetivo modernizar la infraestructura para conseguir que tanto los viajeros como las compañías aéreas puedan tener el mayor confort en su paso por la terminal, además de reordenar el espacio existente de un modo más eficiente y adaptar la infraestructura a la nueva normativa europea, como es el caso de las nuevas máquinas de inspección de equipajes Standard 3 del SATE (Sistema Automatizado de Tratamiento de Equipajes en bodega).

Entre los trabajos que se van a llevar a cabo, se encuentran la remodelación del área de los filtros de seguridad del Edificio Procesador, que permitirá al pasajero realizar el proceso con mayor fluidez y comodidad; la implantación de pasarelas en el Módulo A y en el Módulo D, para facilitar el acceso de los viajeros al avión y evitar el traslado en autobús y, además, se acortarán los recorridos entre el Edificio Procesador y los distintos módulos para permitir que el pasajero se mueva con mayor fluidez y comodidad. Por otra parte, se llevará a cabo una reordenación de los espacios dedicados al acceso de vehículos al aeropuerto, así como a los aparcamientos, con el fin de ganar fluidez en el tráfico rodado de vehículos. Una de las novedades que se va a instalar para este fin es una pasarela de conexión directa entre el edificio terminal y el parking público para eliminar el flujo de personas que atraviesan el vial principal de llegadas.

Por lo tanto, gracias a esta gran obra e inversión, el pasajero percibirá diferentes cambios como una reducción de un 20% del recorrido y del tiempo en cualquier movimiento en el aeropuerto, la simplificación del tráfico interinsular al disponer un flujo directo y diferenciado del Módulo B a través del edificio procesador, un incremento sustancial en la luz natural tanto en los filtros de seguridad como en las conexiones con los módulos A y D, más confort y fluidez de paso en el filtro de pasajeros debido al aumento de la superficie disponible y de la implantación de la nueva maquinaria de inspección que permitirá no extraer los líquidos y componentes electrónicos. Además, las zonas de control de pasaportes, los mostradores de facturación y las cintas de recogida de equipajes también se van a incrementar para mejorar el servicio de calidad y agilizar los flujos, y se va a renovar la zona comercial dotándola de una mayor oferta. Por otro lado, se va a incorporar a la zona restringida una zona exterior donde el viajero podrá disfrutar del tiempo que pase mientras espera su vuelo de salida.

Las mejoras de sostenibilidad son un pilar fundamental de ésta y todas las obras de la compañía. Por ello, este proyecto también incluye la instalación de paneles fotovoltaicos en la cubierta del parking público para autoconsumo, en línea con los objetivos establecidos en el Plan de Acción Climática de Aena. También se reducirán las emisiones de CO2 y mejorará el servicio prestado al pasajero gracias a no utilizar autobuses y disponer de los nuevos fingers (pasarelas de embarque). Se instalarán equipos de climatización de última generación con consumos más eficientes, un adecuado aislamiento y tecnología LED en las zonas de nueva construcción.

Aena, consciente de la importancia que tiene el aeropuerto en la isla de Mallorca, apuesta con este proyecto de gran envergadura por renovar y modernizar la infraestructura, y convertirla en un aeropuerto propio del siglo XXI, aumentando la comodidad y el confort de los viajeros que pasen por la terminal.

El aeropuerto consta de un Edificio Terminal en el que hay un Edificio Procesador del que se distribuyen 4 módulos (A, B, C y D). El Módulo A es el que está destinado al tráfico No Schenguen y el B a los pasajeros interinsulares. El C y el D están dedicados al tráfico nacional e internacional.

En el año 2022 transitaron por las instalaciones aeroportuarias más de 28 millones de pasajeros, lo que supone una recuperación del 96,1% respecto a 2019 antes de la pandemia, y se atendieron alrededor de 220.700 vuelos.

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